Los viajes espaciales son una actividad primordial en la sociedad de finales de siglo XXI, así como la exploración del sistema solar con misiones tanto tripuladas como no tripuladas.

Existen colonias permanentes en la Luna y en Marte, también explotaciones mineras en algunos asteroides del cinturón entre Marte y Jupiter. En las lunas galileanas de Júpiter hay prospecciones mineras en curso, que dieron pie a los Descubrimientos Jovianos del 88, y en la luna Titán de Saturno. El objetivo de la humanidad es colonizarlos durante el siglo XXII.

Orbitando la Tierra y la Luna hay decenas de estaciones espaciales dedicadas a diversos propósitos, desde la investigación científica al turismo espacial. Los satélites orbitando la Tierra buscan órbitas excéntricas y más lejanas dada la saturación de los mismos en órbitas bajas.

El método de propulsión más habitual desde espacio-puertos terrestres es el del cohete con combustible de plasma. Una vez en el espacio, los vehículos y sondas espaciales más pequeños son guiados y propulsados por láseres enfocados a velas que despliegan al final del lanzamiento. Los láseres son producidos desde matrices situadas en el mar, cerca de los espacio-puertos.
También hay lanzamientos desde estaciones en la órbita de la Tierra y la Luna, mucho más eficientes y que se aprovechan para el guiado y propulsión inicial de matrices de láseres coordinadas en medio de los océanos terrestres o mares lunares.

Para exploración y viajes tripulados de larga distancia (más allá de Marte), los vehículos espaciales hacen uso de una combinación de energía nuclear, solar y de combustible de plasma.

Extracto de la novela:

Ryan se volvió hacia mí y nos quedamos observándonos a corta distancia. Perdí la consciencia de cuánto tiempo persistimos hablando de la vida, de ciencia, de los seres humanos, o contemplando en silencio el cielo plagado de infinitos puntos de luz. Le enseñé el juego de contar estaciones espaciales y satélites, en el que además resultó ser un adversario bastante competente.