Artificial Intelligence por sus siglas en inglés. Aunque también se denominan por las siglas en cada idioma, el uso más extendido y frecuente es las siglas AI.

Se refiere a cualquier instancia artificial con una capacidad de aprendizaje, gestión y predicción, normalmente especializada en una tarea o conocimiento.

Se puede hacer uso de ellas en GAIA libremente, para las AI públicas más genéricas, y de forma restringida en GAIA para las AI específicas que se contratan de forma privada, frecuentemente en trabajos y empresas.

El ecosistema de AI es vasto y difícil de cotejar, habiendo pasado de pocas AI que concentraban grandes cantidades de conocimiento poco específico y estancado (dado que dejaban de aprender de nuevos datos) antes y durante mediados del siglo, a una miríada de AI a finales del siglo, muy especializadas en aprender, comprender y trabajar con datos de un único campo de trabajo o conocimiento. Actualmente, la competencia en el diseño y desarrollo de AI es feroz dados los beneficios económicos que provienen del objetivo de crear «compañeros y asistentes de trabajo perfectos» o de proveer de «asistentes personales únicos» a cada individuo. Estas últimas también compiten con los mismos ISI, que no dejan de ser una AI más en el ejercicio de sus funcionalidades de aprendizaje y comprensión más esenciales.

En entornos laborales, es imposible imaginar equipos de trabajo que no cuenten con AI dedicadas para todas las áreas que ese equipo abarque, las cuales son pagadas a las empresas desarrolladoras de las mismas con cuantiosos contratos de larga duración.

En el día a día, la interacción con las AI se realiza a través de los ISI, inmersiones vitales, GAIA, o más habitualmente conectándolas a pantallas, las cuales proveen de interfaz de audio y voz para una comunicación fluida y humana con las AI. En muchas ocasiones, las pantallas creadas por los SB terminan siendo la «instancia» física en el entorno real de una AI, de forma que la AI «ocupa» un espacio físico en una discusión o reunión, hablando y escuchando a través de la pantalla, y presentando datos e imagenes en la pantalla al mismo tiempo.

El diseño, desarrollo y uso de AI está fuertemente regulado por Pueblos Unidos, ejerciendo un control que evita la aparición de AI corruptas, maliciosas, con autonomía de aprendizaje total y sin limitaciones, con capacidades de auto-replicación y, en general, todo tipo de AI que supongan una amenaza para PEAM o el orden en el sistema establecido. A su vez, la División de Inteligencia Artifical de Pueblos Unidos vigila que los diseños de AI permitan un aprendizaje que continue absorbiendo de la innovación y progreso humanos, evitando la paralización en el conocimiento y capacidades de las AI sucedidos durante los años 40, cuando al ocupar trabajos humanos de forma descontrolada la mayoría de AI se estancaron en series de datos antiguas al no haber más trabajos desempeñados por humanos en alguna áreas y sectores laborales.

Extracto de la novela:

—¿Yo, trabajando? No sé de qué hablas —respondió haciendo aspavientos.
—Seguro. —Me mordí el labio inferior, agitando la cabeza.
—Cariño, no es fácil conservar un trabajo como este compitiendo con esas AI.
—Tienen que mantener a personas como tú para que las AI sigan aprendiendo eternamente, pasa en todas partes.
—¿Soy una más de esos innovadores para las máquinas o qué? —entrecomilló en el aire.
—Nada de eso; innovando o no, ninguna inteligencia artificial te haría sombra.
Nos echamos a reír y brindamos.